Hace más de un año que hemos dejado de alimentar esta máquina de crear futuros recuerdos. ¡En este año han sucedido tantas cosas que hubiéramos preferido no tener que recordar…! La más dolorosa en un plano personal es el fallecimiento de Mario Bunge (24 de Febrero de 2020) que se produjo pocos meses después de que celebráramos su 100 cumpleaños (Bunge: el último ilustrado). Ha sido un tiempo difícil y duro. No solo hemos perdido a Mario. Poco antes habíamos perdido a Muguerza, a Mosterín, a Eugenio Trías. Y en los últimos meses la tragedia ha adquirido dimensiones colosales por la terrible epidemia que asola al mundo entero de forma rápida, contundente y global como nunca antes en la historia. Con cada uno de los conciudadanos que hemos perdido, hemos tenido que ir rellenando nuestro baúl de recuerdos y vaciando un poco el de nuestras expectativas. Ha sido demasiado dolor acumulado, demasiada soledad demasiada impotencia. Y no lo vamos a olvidar: hemos sufrido y estamos sufriendo, en el corazón de la pandemia más terrorífica que ha vivido la humanidad desde la famosa gripe española de principios del silo XX. Pero Hay muchas cosas que pensar y debatir a propósito de esto. Por eso volvemos a la palestra. Puede que sean ya demasiados los recuerdos y que ya sea más urgente la construcción de nuevas expectativas. Pero necesitamos convencernos de que es posible y de que debemos hacerlo: pensar de nuevo lo que vamos a hacer con nuestra vida sin olvidar a los que nos ayudaron a llegar hasta aquí, aunque ellos ya hayan perdido la suya.
Hay una primera lección que nos deja esta pandemia: y es que por fin la ciencia (incluso un poco mitificada en exceso) es reivindicada prácticamente por todo el mundo, más allá de diferencias de clase o de interés político
Miguel Ángel Quintanilla Fisac 
Echábamos de menos sus palabras, hay muchos temas de los que hablar y que nos obligan a repensar sobre el sentido de la vida y el destino de la humanidad. Queremos seguir viviendo, sobre todo en la tierra, en paz, con alegría, en libertad. Y conseguirlo no parece que todavía sea fácil. Estaremos pendientes de sus comentarios y propuestas.
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Claro que sí ! Mucha gente habla de las vacunas que la ciencia ha descubierto y producido con celeridad inusual para otras vacunas en otros casos (sida) y en otros momentos Es verdad que la pandemia ha promovido una reacción mundial ,porque las cifras de muertes son estremecedoras por esta partícula infernal Las vacunas eran la expectativa de vida , cosa bien diferente en la pandemia del 1918 cuando no se conocían los virus y la pandemia se llevó por delante a más personas que en las dos guerras …..tremendo poder de virus ! Una enseñanza para la población en gral de la importancia de la investigación científica Hasta ahí suscribo tu aportación ,Miguel,Y añadiría otra enseñanza de la pandemia y es que :las financieras y las patentes farmacéuticas están más preocupadas por sus intereses económicos y de poder ,que no porque las vacunas lleguen lo más pronto posible a la mayoría de ciudadanos ,aun sabiendo ,lo importante que es que ,cuanta más gente esté vacunada e inmunizada ,tanto más rápido se desvitalizará a esta “partícula infernal “.Muchas Gracias, por facilitar la reflexión
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