El Poder

(Texto invitado de Jorge Quintanilla)

Es muy triste gastar nuestras energías deplorando las injusticias pasadas cuando lo que deberíamos estar haciendo es condenar lo que está pasando ahora. Cuando tenía 8 años, en 1982, un compañero de clase me dijo que AP iba a ganar las elecciones. Le pregunté por qué y me dijo que porque daban  muchos más llaveros, caramelos y pegatinas. En ese momento comprendí que ese compañero era mi enemigo. No porque él favoreciese a AP y yo al PSOE. Eso yo estaba dispuesto a debatirlo. No, era porque yo creía en la verdad, y él en el poder. 

Los que creen en el poder no necesitan un debate. No les hace falta tener razón. Les basta poder imponerse. En mi opinión esa es la mayor línea divisoria que hay sobre la Tierra: entre los que están dispuestos a debatir (sean de izquierdas o derechas, ricos o pobres, del Norte o del Sur, Este u Oeste) y los que creen en el poder como único árbitro de nuestras relaciones.

Tengo amigos rusos, ucranianos, chinos, americanos, sirios. A alguno le he podido ayudar un poco, desde mi posición privilegiada, cuando en su país llovían las bombas. Sé que el mundo está lleno de injusticias y que las cometen todos los bandos. Pero lo que está pasando ahora en Ucrania es un caso claro de un individuo, Vladimir Putin, que sólo cree en el poder. El poder para matar. El poder para sobornar. El poder para inundar nuestros medios de comunicación y nuestros foros de mentiras, medias verdades, e incluso verdades que le conviene ahora mismo que discutamos en lugar de lo que él está haciendo, para desviar la atención. 

Esa creencia absoluta de Vladimir Putim en el poder como un valor absoluto lo que le permite invadir un país simplemente porque le conviene. Mandar a compatriotas de 19 años a morir sin más motivo que satisfacer su ego. Tener a viejecitas de Kiev hacinadas en estaciones de metro quedándose sin agua sin más utilidad que adaptar el mapa de Europa a sus esquemas mentales. 

Por favor, no caigamos en la trampa de poner nuestra pasión por debatir, contrastar opiniones, y ser justos al servicio de alguien que no cree en ninguna de esas cosas. Habrá otro momento en que criticar a la OTAN o a los Estados Unidos o a la Unión Europea será lo más importante, pero en estos momentos hay un dictador que, casi seguro, está cometiendo crímenes contra la humanidad (el Tribunal Penal Internacional está investigándolo a petición de 39 países) y que tiene uno de los mayores dispositivos propagandísticos de la historia dedicado a desviar la atención de lo que está ocurriendo, porque la verdad le da exactamente igual y lo único que quiere es imponer su poder.

5 comentarios en “El Poder”

  1. Comparto tu opinión, estimado Miguel Ángel, y espero que el poder del argumento logre vencer al argumento del poder.

    Un saludo cordial,

    Ma. Ángeles Erazo

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